Carretera Costera en la Xª Región: Una Ruta sin Sentido

Francisco Morey Cañoles, Periodista de la Coalición para la Conservación de la Cordillera de la Costa.

Francisco Solís, Coordinador de la Coalición.

¿Qué convierte a un camino en una entidad cultural?: el hecho de unir gente, afectando y modificando sus vidas. ¿Cuándo un camino es un problema o la causa de conflictos?: cuando afecta o modifica forzosamente las condiciones de vida de individuos y comunidades.

La Ruta Costera, especialmente en el tramo proyectado en la Xª Región, ya se ha transformado en un problema. Y en un conflicto, que está afectando las formas de vida de las comunidades de la Cordillera de la Costa, la mayoría de ellas huilliches, y la convivencia de la ciudadanía regional con sus autoridades locales y nacionales.

Como pretende mostrar el presente artículo, este megaproyecto diseñado y ejecutado por el Ministerio de obras Públicas de Chile (MOP) ha demostrado, ya en las primeras obras, ser un desacierto desde el punto de vista técnico, ambiental, de la necesaria particiapción ciudadana en la modificación del entorno al que se pertenece y, del respeto a las más elementales normas de convivencia democrática.

La Coalición para la Conservación de la Cordillera de la Costa, institución ciudadana de base científica, ha puesto el acento en que esta obra ha sido concebida sin el debido cuidado en cuanto a sopesar los impactos negativos que causará a culturas y ecosistemas no intervenidos, además de resaltar el hecho de que este es un proyecto falto de rigurosidad técnica, porque no atiende las características particulares de la Región de Los Lagos donde la orografía, precipitaciones, vegetación, estado de la propiedad de la tierra y sobre rodo la falta de demanda vial, lo hacen un proyecto inviable. Este escenario se agrava al constatar que es una iniciativa de un organismo del Estado (MOP) actuando, creemos, en contra de sus propios ciudadanos.

 

Características

El proyecto de la Ruta Costera data de 1993, año en que se licitó las obras para la construcción de la doble vía en la Ruta 5 de nuestro país. Como se sabrá, la ruta costera es una iniciativa del gobierno de ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle destinada a proveer al país de un camino longitudinal que uniera a las ciudades de Arica con Puerto Montt, que, entre otros beneficios, sirviera como alternativa a la 'columna vertebral de Chile' y abriera al desarrollo productivo (turístico, forestal y pesquero, entre los más importantes) amplias zonas del litoral nacional, afectadas la mayoría de ellas por condiciones de pobreza y aislamiento.

Dentro del denomindado Camino Costero Tramo Sur se encuentra el tramo correspondiente a la Xª Región (tema de este artículo). Las características técnicas básicas son: Velocidad de diseño de 70 km/h; plataforma mínima de 11 metros de ancho; calzada de 7 metros; berma de 1,5 metros cada una; ancho faja fiscal de 100 metros; carpeta de rodado de material granular de 0,20 metros de espesor. También, resulta relevante la indicación específica de que el trazado debe estar planificado dentro de una faja de 1600 metros como máximo a partir de la línea costera.

Este camino tiene la particularidad de recorrer el litoral a través de la mejora de caminos existentes y/o la construcción de ellos en zonas actualmente inaccesibles, siendo este último aspecto el de mayor relevancia en la Xª Región, pues en el tramo entre Chaihuín (provincia de Valdivia) y Río Choroy (provincia de Osorno), dentro de la faja de 1600 metros, se encuentra el último paño contínuo de bosque templado costero de sud américa. Unido a esto, se sabe que la zona de impacto directo del proyecto contiene el ecosistema de mayor biodiversidad y más alta vulnerabilidad de la ecorregión del bosque valdiviano, considerada uno de los 25 sitios de mayor prioridad para su conservación en el planeta, según una estimación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En la actualidad se han sometido a Estudio de Impacto Ambiental sólo 6 km de los 200 que comprende el tramo de la Xª Región. Con certeza se puede afirmar que en general, la comunidad regional no sabe cuánto costará este megaproyecto, quién lo formuló, qué necesidades regionales 'verdaderas' satisfacerá, ni cuáles serán sus impactos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Doble Estándar

Desde nuestra perspectiva, el doble estándar en la concepción y ejecución de este proyecto garantizan su inviabilidad. Veamos algunos ejemplos de esto.

Primero, no es un proyecto que satisfaga una necesidad regional, ya que ha sido diseñado, proyectado y ejecutado sin la participación de los directamente afectados. La totalidad de los habitantes de la cordillera de la costa no participó de ningún proceso informativo, sino hasta producido los primeros conflictos. Sin embargo estos procesos se caracterizaron por la parcialidad, mesquindad en la entrega de información. Ejemplo de lo anterior son las denuncias de vecinos de las comunidades de Hueicolla, La Barra, Bahía Mansa y Maicolpi quienes aseguran haber sido objeto de atropellos por parte de técnicos del MOP, los que en numerosas ocaciones han entrado en propiedad privada a realizar mediciones y prospecciones, sin la autorización correspondiente e, incluso, con corta de franjas de bosque también de propiedad de privados.

Segundo, nunca ha existido, o nadie de la región conoce el (los) estudio(s) de factibilidad técnica o socioeconómica necesarios para llevar adelante una obra de esta envergadura. Como antecedente podría considerarse una mención de la obra en un discurso presidencial. Otro antecedente relevante es que se presenta al camino costero como una obra necesaria para el desarrollo del país, pero ni siquiera ha pasado por la evaluación de los organismos del Estado, como Mideplan, que respaldan la viabilidad y el impacto social de la obra. También, se plantea un proyecto de envergadura nacional, pero para el financiamiento se recurre a las asignaciones sectoriales regionales e, incluso, se gastan recursos sin seguir los propios planes de desarrollo de las regiones, como ocurrió en la Xª Región, donde se desconoció las directrices de la Estrategia de Desarrollo Regional.

Tercero, pese a que el proponente es un organismo del Estado, como hemos dicho, ya se han constatado numerosas faltas y transgresiones a la ley en la ejecución de las primeras obras que se están llevando a cabo en la Xª Región. Aquí, están los casos de las denuncias por relleno ilegal de un humedal en las obras del puente sobre el río Contaco en la comuna de San Juan de la Costa, hecho que le ha costado al MOP una sanción por parte de la Corema Xª Región y la obligación de reestablecimiento de las condiciones naturales del entorno. También la denuncia hecha por los pescadores artesanales de la localidad de Chaihuín (comuna de Corral) en la provincia de Valdivia, respecto del gravísimo deterioro sobre el cultivo y cosecha de los bancos de choritos maltones, provocado por la depositación de residuos de obras y rellenos para basamentos, del puente sobre el río Chaihuín.

En ambos casos el MOP se había comprometido previamente con las comunidades a evitar los daños denunciados. Además, una vez producidos los efectos adversos y hechas las denuncias por parte de las comunidades (respaldadas ambas por los respectivos alcaldes), ni el Ministerio ni ningún organismo del Estado se acercó a dar una explicación a los afectados, sino hasta que el conflicto apareció en los medios de comunicación, como ocurrió en el caso de Chaihuín.

Cuarto, los propios informes preliminares del MOP, como el de la consultora INTRAT (2000), desestabilizan algunas promesas del proyecto, como el de mayor conectividad ya que "los centros poblados que se encuentran en el área de influencia del proyecto cuentan con pocos habitantes"; o el de superación de condiciones de pobreza puesto que "cuando se encuentre en operación la ruta, brindará seguridad en el desplazamiento de las fuentes móviles, donde los principales usuarios del camino serán los camiones de la empresa forestal Bosques S.A. Esto es especialmente cierto debido a que hasta la localidad de Hueicolla distante a 35 km de Chaihuín, no existen en la actualidad poblados de alguna importancia".

Quinto, las comunidades huilliches del sector en su gran mayoría se oponen a la carretera, argumetando que una obra de este tipo agravará sus problemas de condiciones de vida, ligados principalmente a la incertidumbre sobre la propiedad de la tierra. Por ejemplo el Lonco de la comunidad indígena huilliche Maicolpi, en la comuna de San Juan de la Costa, Martín Paillamanque, advierte una situación que no ha sido en absoluto abordada en los escasos estudios preliminares de impacto sobre el ambiente que se han realizado. Dice el Lonco: "para mi comunidad y para las otras del sector es mucho más importante regularizar la propiedad de nuestras tierras, antes que contar con una carretera. El Gobierno nos dice que con la carretera vamos a poder salir de la pobreza, pero nosotros sabemos que si no somos dueños del suelo que habitamos, cuando llegue la carretera van a venir las transnacionales y nos van a quitar los terrenos para construir hoteles y parcelas para veraneo, y nosotros vamos a seguir igual o peor que antes, porque ahí ni siquiera nos va a quedar nuestro bosque que es donde estamos acostumbrados a vivir". En la actualidad existen numerosos conflictos sobre este punto, a lo largo de la zona directa de impacto del trazado".

Si esta situación no cambia, creemos, se corre el riesgo de generar nuevos focos de conflicto étnico como los que ya existen en la IX Región y en la zona del Alto del Bío-Bío.

Sexto, las exigentes condiciones ambientales de la zona elevan a niveles impresentables para nuestro país el costo de construcción y ejecución de este megaproyecto. Según INTRAT (2000), los princiales riesgos técnicos de este proyecto están en que:

Séptimo, tanto las comunidades huilliches como las localidades de veraneo de la vertiente occidental de la cordillera de la costa han manifestado la necesidad de fortalecer la red de caminos transversales de la zona, que los conectan más rápidamnte con los principales centros urbanos de las respectivas provincias, tal y como ha sido siempre. Un camino longitudinal, dicen, no se justiica porque dobla o triplica las distancias para llegar a cualquier servicio básico o asistencial del Estado.

 

Soluciones Y Propuestas

Aunque parezca increíble a esta altura, las soluciones propuestas por la Coalición para la Conservación de la Cordillera de la Costa, presentadas en una reunión de trabajo al ministro de obras Públicas, Carlos Cruz, son simples y están basadas en el conocimiento de las realidades y verdaderas necesidades de la zona, expresadas por sus propios habitantes. Estas, se resumen en la necesidad de un nuevo trazado, pero que a diferencia del actual, recorra la vertiente oriental de la Cordillera de la Costa

Un camino por la vertiente oriental disminuye notablemente sus impactos y costos debido principalmente a que:

El ministro Cruz se ha comprometido, en un plazo de dos meses a partor del 5 de abril, a estudiar estas alternativas y a visitar la zona, cosa que hasta la fecha no ha ocurrido. Nuestra convicción es que cualquier trazado alternativo debe ser sometido a un estudio de impacto ambiental que considere un adecuado y efectivo proceso de participación ciudadana, que legitime la obra y permita a las comunidades involucrarse con reponsabilidad en la modificación o mantenimiento de las condiciones del ambiente en que viven.

De perseverar en el proyecto inicial, el MOP, por las razones expuestas, sólo traerá más pobreza económica y cultural a comunidades que viven de los recursos que el bosque les da. Además, contribuirá a desvirtuar el natural sentido de comunicación y dependencia de las provincias (transversal ), cambiándolo por uno artificial y sin sentido (longitudinal).

La pregunta es, entonces, ¿está el MOP dispuesto a escuchar y considerar las opiniones de los ciudadanos a los que quiere 'mejorar' su calidad de vida?

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